Desde hace muchos años en las escuelas, autoescuelas y universidades se ha excitado, avivado y cultivado la forma de pensar “lógica” o “vertical“, pero este pensamiento, si bien es eficaz, la mayoría de las veces resulta incompleto. Este pensamiento “lógico y racional”, selectivo por naturaleza, ha de ser complementado con las cualidades “innovadoras y creativas” de lo que es llamado “pensamiento lateral“: <<Conjunto de procesos destinados al uso de información de modo que generen ideas creativas mediante una reestructuración inteligente de los conceptos ya existentes en nuestras mentes>>. El “pensamiento lateral” puede desarrollarse mediante el “estudio” y cultivarse mediante ejercicio prácticos, de forma que puedan aplicarse sistemáticamente a la solución de problemas de la vida cotidiana y profesional de la formación vial. Se pueden adquirir habilidades en su uso al igual que se adquieren habilidades y destrezas en las matemátias y otras ciencias del saber.
Es importante matizar y comprender que no existe ningún antagonismo entre el pensamiento “lógico tradicional” y el pensamiento “lateral” o creativo. Ambos son necesarios y se complementan mutuamente. La gran e inmensa utilidad y efectividad del “pensamiento lógico” puede aumentarse aún más con la adición de las técnicas del pensamiento lateral, que reducen la rigidez de un encadenamiento exclusivamente lógico e ideal
El “pensamiento lateral o creativo” está concatenado o íntimamente relacionado con los “procesos mentales” de la agudeza, sutileza, sagacidad, perspicacia, la creatividad y el ingenio. Todos tienen la misma base, pero se diferencian en que estos tres últimos tienen un carácter espontáneo, independiente de la voluntad; el “pensamiento lateral” es más susceptible de ser determinado por la voluntad consciente. Se trata de una forma definida de aplicar la mente a un problema definido y dado, como ocurre con el propio “pensamiento lógico”, pero de un modo completamente distinto.
La “cultura” se basa en el establecimiento de ideas y la “enseñanza” tiene como objetivo principal la “explicación” y “comunicación” de estas ideas, de tal modo que sean asimiladas más o menos en su forma original; las ideas cambian y evolucionan. Sus transformaciones se producen como consecuencia de la oposición de ideas contrarias o por la oposición de una nueva “información” con viejas ideas. En el primer caso, una de las ideas adquiere predominio sobre la otra, de forma que esta última queda suprimida, pero no experimenta cambio alguno. En el segundo caso, se modifica la idea antigua como resultado de los nuevos conocimientos. Este segundo caso constituye la base fundamental del proceso evolutivo de la ciencia, que constantemente reúne nueva información para perfeccionar ideas ya existentes o crear nuevas ideas. En realidad, no sólo constituye la base del desarrollo científico, sino también del proceso evolutivo de la propia mente humana.
La “enseñanza de la conducción de vehíclos automóviles“ se fundamenta en el supuesto de que es suficiente una “comunicación” eficaz de la “información” para que ésta se ordene automáticamente en ideas útiles. Con ese fin hemos desarrollado medios para el mejor tratamiento de la “información“.
El “conflicto” como método para el cambio y perfeccionamiento de las ideas es eficaz cuando la información puede ser valorada objetivamente; pero carece de efectividad cuando la nueva información ha de ser valorada a través de las ideas antiguas rutinarias o rancias; en vez de ser cambiadas, éstas adquieren aún mayor fuerza y rigidez.
De BONO del Nw